Desde la última publicación han pasado un millón de cosas; buenas, malas y regulares. Brain & Beast ya es un hecho, lo cual me produce un tremendo orgullo y un esfuerzo extra que estoy dispuesto a seguir afrontando ya que me proporciona alegrías que, de momento, compensan a los malos momentos ( véase casera de oficina que no arregla los desperfectos del local ni aunque la maten porque he descubierto que no tiene seguro en el inmueble y se hace la longuis pa darme largas pero menudo soy yo que pa dar largas yo porque vaya tela tiene la tia y menos mal que es pija que si fuera una cutre que lo es no te cuento ... o feria de Barcelona, la feria fantasma ... o talleres que cosen con los pies ... o como todo el mundo intenta sacar tajada de la manera más descarada pero ay! nenas! angel luis (YO) ya está de vuelta con sus canitas en las sienes ... para exigir hay que contribuir ... y contribuimos poco ... y nos esforzamos menos ... nenas ... redactoras de prensa que realizan el mismo error 13 veces en tres páginas y nos confunden con otra firma ... )
En fin, que aquí, desde la trinchera, me encuentro escribiendo de nuevo estas letras que me proporcionan la serenidad que se siente post-vómito. Mi madre (una sabia) me decía hasta la saciedad durante mi adolescencia algo que me sentaba como un rodillazo en el periné pero, ahora, en este momento cana que aflora, comprendo : la gente es (somos? QUE VA! ES!) una CERDA. Tengo sobredosis porcina: cerdos cobardes que pretenden quedar bien con todo el mundo ejercitando el no mojarse por nada, cerdas que en vez de amigas parecen competidoras, cerdos que no cogen el teléfono, cerdas que se tocan el pié, cerdos y cerdas que huyen despavoridos, cerdos y cerdas que hacen mal su trabajo o de manera defectuosa, cerdas rencorosas ... del cerdo todo se aprovecha, hasta los andares ,,, qué cierto, no tienen desperdicio...
... e increíblemente me encuentro estupendamente ... de vez en cuando, entre tanta grasa, caspa y caca común se encuentran cosas que alguien tiró a la basura por necios ,,, y resultarón ser joyas de Boucheron ...
