domingo, 21 de febrero de 2010

+ MÁS MADRID +

... largo fin de semana en Madrid, lleno de reencuentros, sorpresas, emociones, trabajo, cariño y ausencias.
Estoy muy contento de haberme reconciliado con mi ciudad. Madrid sigue siendo el centro, la capital. Todo está abarrotado de gente ( tres cuartos de hora para meter el coche en un parking y, después de la espera, casi rozar la vaca del vehículo dado la baja altura del techo del establecimiento; espera para cenar, espera para pagar ,,, colas, filas interminables ... ) Madrid es Madrid, eso es indudable.
Ver la Pasarela Cibeles desde fuera, es decir, como colaborador y no parte implicada directa es curioso y hasta cómico. Todo sigue igual que hace una década. Los regidores continúan en sus puestos, los fotógrafos se mantienen en sus posiciones y la super jefa no se cambia el peinado ni a tiros, bueno, imagino que la cinta de raso de 7 cm de ancho que sujeta su cola de caballo poblada es sustituida por otra exacta con cierta frecuencia. Lo dicho, ni pa´trás ni pa´lante, estancado.
Ahora el vestíbulo pre-pasarela es un parque temático donde, como no, hay que hacer cola hasta para sustraer una revista gratuita. Las nuevas generaciones atentan con su look al personal ( pelos cardados que ni la mismísima Paloma Chamorro, pantalones sobaqueros que marcan lo más sagrado y mocasines de esos que todos pensamos que son antiestéticos ) y, percibo, están sedientas de notoriedad. He visto mucho maquillaje masculino (pancake) y mucho kohl además de evidentes muestras de ganas de protagonismo.
Vuelvo con cierta pena de no estar en el cogollo pero estable en mi idea respecto a la repulsión por el fashion system. Ha sido, en cualquier caso, una experiencia maravillosa ayudar a Ana, más madura y coherente que nunca y tan guapa y trabajadora como siempre; compartir ideas con Alberto y discusiones a cerca de la etimología de las voces y las connotaciones del lenguaje; diversión y buen humor con Javier, gurú de los clubs de moda de la noche madrileña; comidas y cenas con mi familia, lo mas mejor súper ultra mega TODO.
Sólo ha faltado una cosa, lo básico e imprescindible: CÉSAR.

jueves, 11 de febrero de 2010

* LEE *

... hoy he comprendido que se puede querer a quien no se conoce y sin embargo que parezca formar parte de mi familia de las veces que he podido llegar a pronunciar su nombre. hay desconocidos que me han hecho la vida mejor, más amena. muchos de ellos han conseguido que me ilusione con el futuro e incluso han supuesto un ejemplo a seguir.
me he dado cuenta de ello porque hoy, un desconocido familiar ha decidido irse, parece que de forma voluntaria, y he sentido como se oscurecían parte de mis ilusiones. cada seis meses suponía un momento de extasis presenciar su trabajo de manera respetuosa, exhaustiva y silenciosa, lo cual ya no volvera a suceder jamás. a través del filtro de su obra entiendo haber tenido intereses comunes, fantasías parecidas y admiro profundamente lo que ya ha sido su carrera y, en definitiva, también su vida: creación de escándalo desde la discreción, imaginación desbordante y, estoy seguro, sensibilidad exhacerbada. volveré a repasar sus fotos una y mil veces, volveré a ponerme su ropa y le dedicaré un recuerdo.
el mejor ya no está, ahora todo es más feo ...

lunes, 8 de febrero de 2010

_ posesión infernal _

He desarrollado una extraordinaria habilidad para ocultar compras prohibidas en casa. Cuándo son descubiertas debo inventar a la velocidad del rayo una extraña procedencia de esos objetos, innecesarios pero imprescindibles, que justifique su existencia en mi armario.
Hace unos cuantas semanas no pude reprimir el impulso que me marcaban unas voces internas que me obligaron a comprar un cinturón de Moschino en las rebajas. El precio era ridículo y ya lo tenía visto desde hace tiempo, además, en este revival noventero es ABSOLUTAMENTE NECESARIO poseer algún gadget que haga honor a la memoria de FRANCO MOSCHINO, por lo que, sin darme cuenta ya estaba en el interior de la tienda, firmando el recibo de la visa y con el cinturón empaquetado en la bolsa. El problema viene después: como lo cuento yo ésto en casa, nadie va a creer que estoy poseído por un espíritu diabólico que me impulsa a consumir, lo cual ES LA VERDAD. No soy yo, es él. Total, en este caso dejé el cinturón en el armario, en su bolsita de gamuza impresa ( I LOVE MOSCHINO ). Pasaron los días y nada, el susodicho no se daba cuenta, así que empecé a usarlo con una desfachatez pasmosa. Pasaban y pasaban los días y nada... hasta que la otra tarde el brillo dorado del símbolo de la paz ( qué ironía ) que hace las veces de hebilla cegó los ojos de mi marido ... inmediatamente exclamó un "y eso!!!" que me dejó sordo a lo que, locuaz, conteste hieráticamente ... de hoy, es de cuando era adolescente, lo traje de Madrid estas Navidades ...
Increíblemente la historia coló y a otra cosa, mariposa. El problema de mentir es que hay que tener mucha memoria, y no es esta la cuestión, el tema es que nunca jamás imaginé que una escusa tan absurda hubiese pasado como cierta. La otra noche me puse el cinturón de la discordia para ir a cenar a un tailandés. Antes de entrar al restaurante le pregunté a César si me veía más gordo o más delgado a lo que él, dentro de su flema inglesa, contestó que mejor no contestaba ... yo, intentando justificar los dos sandwitches de nocilla blanca que me había metido entre pecho y espalda para merendar, le dije que EVIDENTEMENTE estaba más delgado , ya que me había abrochado MI CINTURÓN NUEVO en un agujero menos ... CONFESIÓN ... Comprobé que mi falsa coartada había coldado y no daba crédito, me entró un ataque de risa al ver la cara de incredulidad de mi marido ... que inocencia por Dios!
Ahora, me pregunto si habrán pasado por buenas las historias de:
- la camiseta azul de COS
- la camiseta marrón de COS
- la camiseta vintage JACKO
- el nuevo perfume
- los zapatos para la boda de mi hermano
- las martens grises
- alguna que otra chuchería más que ahora no voy a confesar, que si no, me pillan ...

domingo, 7 de febrero de 2010

+ LAS DOC MARTENS GRISES +

Miércoles tarde.
Barcelona.
Interior tienda.
Cliente/Dependienta.

La dependienta charla con un compañero y bromea ignorando al cliente. Él trata de captar su atención sin éxito en varias ocasiones, ella le mira de reojo y finge no haberse dado cuenta que él anda por ahí, pese a ser el único cliente en el interior de la tienda, un espacio de no más de 10 metros cuadrados en su habitáculo interior. Finalmente se entabla la conversación:

C: Perdona, me gustaría probarme estas martens de ante gris que están aquí, en este aparador.
D: Cuales, las bajas o las desert boots?
C: Las bajas grises con el cerco malva, en el 41.
D: Voy a ver si me quedan pero creo que no ... sólo números grandes.
C: Bueno, a ver si hay suerte ...

La Dependienta desaparece unos minutos en un supuesto almacén. Vuelve.

D: No, sólo queda el 45 de la baja, la que te estas probando. Si quieres miro si hay algo en la otra tienda.
C: Sí, por favor, la verdad es que me encantan y me encantaría tenerlas.
D: A ver, miraré en el ordenador. (Consulta la computadora) ... No, solo tallas grandes, pero en negro si que las tienen en el Borne.
C: Ya, pero es que las quiero grises, son muy especiales ... desde cuándo las tenéis?
D: Desde hace un par de semanas, pero se han agotado...
C: Joder!, en un par de semanas? Pero cuántas habéis traído?
D: Un par por talla, y ya sabes, en cuanto vienen los japoneses, como aquí todo es más barato, arrasan.
C: Hombre, es fácil que arrasen con un par por talla ... y no las vais a volver a traer?
D: Sí, lo mismo a finales de mes llega algo, no sé en que colores, pero lo mismo sí.
C: Ya, pero si traéis una por talla es probable que me quede sin ellas una vez más.
D: (Indiferente) Probablemente ... (Silencio)
C: Pues nada, hasta luego ...

La Dependienta no se despide y vuelve a las bromas con su colega. El cliente sale de la tienda sin nada en la mano y sin intención de entrar nunca más. El cliente se va a su casa, se mete en internet, las busca, las encuentra 40 euros más baratas, se las compra, maldice a la dependienta y le jura odio eterno. El cliente siente deseos horribles de hablar con el dueño de la zapatería y decirle que eche inmediatamente a tan poco avispada dependienta y decide contar que la boutique en cuestion se llama LIMITED EDITION, en Barcelona, Cataluña, España, Europa.
Nada de dame tu teléfono y te llamo en cuanto lleguen (era compra segura), nada de lo siento y mucho menos nada de hasta pronto! Así se vende ...
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Lo fácil que hubiese sido hacer una llamada de teléfono a finales de mes ... No comprendo cómo hay tantas personas a las que les de tanto reparo usar el teléfono, es un método cómodo, fácil y seguro de entablar contacto con alguien. Mi madre y yo hablamos una media de una o dos veces diarias, gracias a las tarifas planas. Hay amistades que se diluyen por culpa de no usarlo, hay amores que se rompen por lo mismo y hay ventas que no se cierran. Está mal no llamar, pero aún peor es comprometerse a hacerlo y no llevar a cabo la promesa. Yo ya no me creo las promesas... lo de me quedé sin batería o no lo oí ya no cuela ... cuando ves la llamada perdida, si quieres, la devuelves. Marcar es voluntario, creer también.