jueves, 24 de septiembre de 2009

*I-D*

Ya se ha terminado la Cibeles Fashion Week. Me parece una horterada de nombre, pero es lo que hay, así que ellos quieren llamarse así, yo les llamo así, como quien decide que de hombre ahora quiere ser mujer y llamarse María... pues para mi es María. ¿Quién soy yo para decidir la identidad de nadie?
La identidad o qué somos dicen que no depende de cómo creemos que somos, si no de cómo nos ven los otros. Por lo tanto ello entra en conflicto con la reflexión del párrafo anterior. Entonces "María" seguiría siendo "Mariano". Esto es injusto, deberíamos llevar un manual de instrucciones e informar a nuestro interlocutor/espectador de como percibir nuestra realidad.
Elio ha conseguido que nosotros/receptores vivamos su mundo como él lo imagina y le veamos tal cual es: anclado en el pasado, lleno de anacronismos y concesiones a una burguesía demodé y casi extinta, celebrando un aniversario casi como una despedida. Hoy pensaba en este submundo del rancio abolengo. Espero que se desvanezca tan pronto como sea posible y, aunque sé que hay sucesión, sea de caducidad inminente.
De generaciones conservadoras brotan juventudes progresistas y viceversa. Aunque Elio bien podría ser el bisabuelo de las Chicas Delgadas, son ellas (bajo mi punto de vista) quienes han heredado la identidad propia, la que no confunde ni necesita instrucciones, la que no recuerda a nadie más y brilla en la oscuridad. Concreto, divertido, sutil y de hoy. DE HOY. Vanguardista como marca la norma y siguiendo el orden natural de las cosas. No es momento de condesas, pero sí de Majorettes.

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