viernes, 16 de octubre de 2009

_MACHOS_

Esta tarde, mientras venía a casa de mis padres en el coche por la M-40 he vuelto a ver Madrid. Verdaderamente es una ciudad árida, con un nivel de industrialización desmesurado, llena de megacentros comerciales y barrios dormitorio.
Cuando vivía y trabaja aquí tomaba esta misma ruta a diario. Lo cotidiano hacía que no me parara a pensar las cosas que se me pasan ahora por la cabeza, quizás también porque era más joven o debido a que, por aquel entonces, mi mente se centraba en sacar adelante un negocio ruinoso. Hoy, sin embargo, me he acordado de la gente que formaba parte de mi círculo hace 5 ó 6 años. No queda casi nadie. Voy a estar en Madrid 4 días y me sobran noches para salir a cenar. Solamente conservo a Ana L., con quien ahora mismo tengo una relación extraordinaria ya que compartimos intereses, gustos, manías y odios. Nuestra relación ha crecido entre dificultades y por capítulos, pero afortunadamente creo que puedo decir que somos AMIGOS. Confío en ella.
De todos mis otros amigos conservo solo un afecto, un recuerdo o una llamada de vez en cuando. Nos hemos ido separando poco a poco, y no por discusiones o desencuentros, sino por evoluciones en sentidos distintos. En la universidad casi todas mis compañeras eran mujeres. Mis amigas eran chicas. Ellas, a menudo, eran estudiantes brillantes con un futuro prometedor como diseñadoras de moda. Ahora todas son madres de familia o almas libres en misión humanitaria.
Me apena. Han sido sus decisiones, ha sido lo que ellas han querido para sí mismas, pero aquel esfuerzo de conseguir una carrera, ese instinto de superación, han quedado ahogados en una actitud de vida neoburguesa y, bajo mi punto de vista, paralizante. Han abandonado su físico, casi todas, cuando poseían una juventud muy atractiva, estilosa... los embarazos no perdonan y la ley de la gravedad es cruel.
Nunca pensé que mi futuro iba a ser una futuro exclusivamente en masculino. Ahora todos mis amigos son hombres, mediterráneos, cuando antiguamente rara vez me relacionaba sólo con chicos. Veo mi futuro aún más viril porque estoy seguro que estas llamadas que, normalmente, yo hago, dejaré de hacerlas por aburrimiento y mi madurez va a ser la de la mayoría de los hombres casados con hombres que salen con hombres: SOLO HOMBRES. No voy a tener hijos, mi hermano es varón por lo que lo veo clarísimo. Por lo tanto, digo, los gays no se constituyen en ghetto: los gays tenemos una actitud de vida distinta, ni mejor ni peor, distinta. A mi no me interesan los primeros pasos ni las vomitonas de mis sobrinos postizos más allá de lo coherente, las ecografías mandadas por MMS me hacen la ilusión justa.
Me parece una putada que la vida sea así. A todos nos deberían llevar por el mismo camino ... pero todo sería muy aburrido ...
Así que ya estoy mentalizado de lo que va a ser mi vejez: llena de machos ... y cerca de Gisèle, Sandra y Ana L., seguramente, que son muy masculinas.

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