viernes, 11 de diciembre de 2009

:: MAKE UP (your mind) ::

La vida puede cambiar de un día para otro cuando menos te lo esperas, es más, los cambios muchas veces suceden así, de repente, sin previo aviso. Es difícil poder determinar un cambio o diseñar un plan de futuro, es una carrera de obstáculos ... Yo creo en el destino, por eso, a menudo, sólo espero (inconscientemente).
Me casé de manera imprevista, conseguí mi primer trabajo así también y decidí establecerme por mi cuenta profesionalmente de un día para otro. Ahora estoy en un momento de ésos: mi vida está cambiando desde hace dos días, de nuevo.
Los cambios no sólo son reestructuraciones de horarios y nueva disposición del mobiliario: con la novedad la cabeza también se recoloca, refresca y actualiza. Cambiar es en esencia resetear habiendo guardado copia de seguridad de la información del disco duro de la masa gris, es actualizar los sentimientos y usar la experiencia al afrontar una nueva aventura.
Cambiar, mutar, evolucionar, avanzar...
Creo que hay que afrontar las novedades con valentía. No todos somos capaces de asumir nuevos retos, los cobardes se acomodan en la rutina: ODIO LA RUTINA, detesto a los cobardes. Hay que decidirse, saltar (aunque corras el peligro de estrellarte). Los que nos hemos estampado de lleno alguna vez en la vida sabemos de qué hablamos: volvería a mi taller una y mil veces, aún habiendo pasado momentos de amargura y vergüenza absoluta, aún siendo consciente de haber fallado y mentido a quienes me apoyaban: volvería a luchar por ello a ciegas. Gracias a todo eso y a cientos de cosas más hoy soy lo que soy. Hoy no tengo MIEDO, me siento FUERTE, estoy preparado para el cambio.
Me he dado cuenta que tengo ya casi tres páginas de currículum en las que no puedo borrar ni una línea, de todas y cada una me siento muy orgulloso. Creo y espero que voy a escribir una nueva, y si no es así mañana sí lo será pronto, de alguna manera. ESTOY LISTO.

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