sábado, 14 de noviembre de 2009

HAZME SENTIR MUJER!

Hace poco conocí a Carol. Su aspecto es el de una chica sofisticada, moderna, independiente, lista. Salta a la vista que es distinta a las demás; ella se atreve con cosas que sólo una avanzada en estilo puede hacer, es de aquellas féminas que, estoy seguro, llamaría la atención en un conjunto de chicas sexies. Me explico: a Carol le pasa lo mismo que a Tania, son de esa clase de chicas que, de ser mujer, yo querría ser. Son chicas que valen más por lo que callan que por lo que cuentan, que anteponen el valor de la inteligencia al poder de una TETA fácil. El quiz de su atractivo y, porqué no?, su sex-appeal radica en el misterio, la sutileza y la delicadeza. Huyen de lo burdo. A Ana le pasaba lo mismo hasta que encontró a Alberto, un ser divino que Dios equivocó al meter en el saco de la heterosexualidad, por suerte. Él es de esa clase de hombres por los que la heterosexualidad masculina es algo más que machista; es el hombre que, de ser heterosexual, querría ser. Atento, sensible, inteligente, sofisticado... enamorado de ella, no de sus TETAS. A Alberto le pone una chica vestida de Balenciaga, incluso con las prendas más experimentales, y esto sí que es de alabar...
No quiero dármelas de avanzado ni de postmoderno, pero creo que la educación lo es todo, incluso en ésto. Lo mismo da hombres que mujeres, hay hombres machistas y mujeres más machistas aún. Ofrecer las TETAS en bandeja, para mi, es fomentar el deseo carnal barato, el polvo en el wáter, el botellón. Marcar un culo en exceso y sentirse bien cuando los muchachos babean al pasar y te lanzan un piropo obsceno denota poca cultura: dejar fluir la pulsión animal reproductiva o copulatoria es fácil, bajo y socarrón. También pensar con los genitales significa poca materia gris. Por eso, cuando Tania y yo vamos de tiendas y se prueba algo con lo que está preciosa bajo mi criterio, inmediátamante después le digo "así no ligas, fijo!". No me gustan las chicas que necesitan a un hombre para HACERLAS SENTIR MUJER, ni los hombres que fanfarronean diciendo que ellos son capaces de hacérselo.
Creo que mujeres como Tania, Ana o Carol dan miedo, porque no necesitan imperiosamente al hombre para sentirse mujeres, SON GRANDES MUJERES y su poderío no depende del macho fertilizador: ellas quieren que las quieran, que las escuchen, también quieren sexo (evidentemente) ... pero del bueno.
Ésto que parece tan fácil, es dificilísimo. Más Albertos hacen falta ... y menos Vanes, Yonis, Yolis y Debos.

No hay comentarios: